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La app de las piedras preciosas

    Y otras formas de tirar el dinero

    ¿Sabías que existe una app cuya única función es demostrar que eres rico? Hablo de las joyas de Abu Moo: lo único que te permite esta app, es descargarte la imagen de varias joyas, cada una por 350 euros, y en total te puedes bajar seis imágenes. Y ya está. Es decir, que si te bajas las seis imágenes te gastas 2.100 euros. Es una app que no hace nada más. Obviamente, no eres rico por demostrar que tienes 2.100 euros para gastarte en una app. No es que sea una cantidad despreciable de dinero, pero si puedes tirar 2.100 euros a la basura, es porque eres rico (o eso se supone, mi opinión es otra: si los tiras por placer eres rico, si los tiras por presumir tienes un problema de autoestima y no necesariamente eres rico).

    Lo mismo sucede con los bolsos de lujo, o con el mercado del lujo en general. Bueno, el bolso al menos es algo necesario. Pero no tienes porque gastarte miles de euros para tener un buen bolso. Sin embargo, la sociedad ha magnificado este mercado hasta convertir algunos bolsos en objetos icónicos, cuyo precio hasta parece estar justificado.

    De hecho, buscando información para este artículo he encontrado esta noticia que dice que la diseñadora de Hermès justifica la compra de sus bolsos diciendo que pasarán de madres a hijas. Bueno, no sé a ti, pero a mi no me gustan los bolsos de mi madre. Yo tengo mi estilo y ella el suyo. Vale, el famoso Birkin nunca pasará de moda (precisamente porque lo han convertido en algo icónico, no porque vaya con los tiempos). Pero seamos claros, si te compras un bolso de Hermès, cuyos precios parten de los 2.500 euros, no es pensando en que lo pueda heredar tu hija.

    Por otro lado, cuando conoces los procesos de fabricación de estos bolsos hay datos que te hacen alucinar. Como el hecho de que cada costura del Birkin de Hermès de cose con un solo hilo, y a mano claro, y si se rompe, descosen y vuelven a empezar. Pero más alucinante es todo el misterio y fastuosidad en torno a la fabricación de este bolso: según la fuente que consultes, tardan en fabricarlo, 20 horas, 48 o cinco semanas. Y según dicen, forman a sus artesanos durante 5 años para poder hacer el bolso (¿os imaginais el contrato de formación de uno de esos artesanos? Le hacen firmar un contrato fijo con un seguro de vida, ¡no vaya a ser que lo pierdas justo cuando puede empezar a trabajar!). Sinceramente, no me hubiera sorprendido encontrar que el bolso lo fabricaban glamurosos duendes seleccionados genéticamente por sus largos dedos en una nave hecha de nubes suspendida sobre el cielo.

    Dejando a un lado la pompa que hay tras el dichoso Birkin, está claro que la calidad de los bolsos de lujo es innegable: los ricos no son tan tontos, y saben que por el dinero que pagan por un bolso pueden reclamar una calidad insuperable. Las pieles que se utilizan, por ejemplo, son mejores porque se escogen para que no tengan de forma natural manchas ni imperfecciones. Las fornituras son de materiales de calidad, no plásticos, normalmente son de metal con buenos acabados. Y las costuras, pueden ser hechas a mano o no, pero en cualquier caso serán perfectas. Todo esto, en global, se nota, y además hace que el bolso dure más.

    Sin embargo, ni tan siquiera esta calidad justifica el precio que se llega a pagar por los bolsos de lujo. Las marcas, evidentemente, no declaran los márgenes con los que trabajan, pero se estiman en torno a un 60 o un 70%. Volviendo al famoso Birkin, la fabricación del más básico se calcula en 800 dólares, pero dificilmente encontrarás alguno por debajo de los 10.000 euros. Y según este articulo de The New York Times, los costes de producción de cualquier bolso de lujo se aproximan a 180 dólares. Estos costes no cubren gastos de publicidad, es decir, lo que pagas sencillamente porque el bolso lleve el logo de la marca. Y aún así, con los millones que se gastan en marketing (fiestas lujosas, desfiles, mini-filmes, etc.), las marcas tienen un margen de un 60%. Una locura.

    Entonces: ¿por qué comprar bolsos de lujo? ¿Qué sentido tiene gastar miles de euros en algo que sencillamente no lo vale? El mismo que tirar el dinero en una app que no hace nada: presumir de que tienes dinero. Es algo totalmente irracional que sólo busca la aceptación social. Y me parece tan ridículo que para mi tiene justo el efecto contrario: cuando veo que alguien lleva un bolso de una marca de lujo, o pienso en el pobre que ha tirado el dinero en una app (por suerte no he conocido a nadie con la app), me da penilla. Estoy segura (porque lo he visto) de que los ricos más ricos no necesitan presumir de dinero: ya se conocen entre ellos, pertenecen a clubs exclusivos cuya membresía es bastante más cara que los bolsos, comparten barrio, negocios, y van a las mismas fiestas. Es decir, ya se mueven en sus círculos (como es lógico) y comprarte un bolso de lujo no te hará parecer uno de ellos.

    Así que si realmente quieres invertir bien tu dinero, y necesitas un bolso, hazlo de forma racional: identifica tus emociones y busca el que más te guste, el que más vaya con tu estilo e intenta que sea de segunda mano (como bien dice Jon Kareaga, no hay nada que contamine menos que lo que ya está hecho), o al menos de una marca local que busque minimizar su impacto en el medio ambiente. Si buscas marcas de bolsos sostenibles en google, por suerte hay muchos resultados. Existen muchos proyectos que hacen las cosas bien. Por poner algún ejemplo, voy a nombrar las marcas de las que a mi me gustaría presumir:

    D-raiz: de la terriña, fabrican con artesanos gallegos y utilizan materiales como piñatex, malai, lino o cáñamo.

    Cris bolsos ecológicos: Cris es aragonesa y compañera de Fashion Revolution. Los diseños de los bolsos son preciosos, fabrica con los mejores materiales (algodón, piñatex o sequal) y en ediciones limitadas.

    Canussa: sus productos son soberbios, realmente: el diseño es mágnifico, simple, atemporal, ponible, trabajan con cuero vegano y seaqual y fabrican en España. En la calidad de sus bolsos se aprecia el cuidado con el que los hacen.

    MiPoppins: hacen bolsos funcionales con piñatex y fabrican en Madrid. Además, destinan el 5% de sus beneficios a ONGs que mejoran la vida de las mujeres.

    Labienhecha: detrás de esta marca está un grupo de mujeres que fabrican sus bolsos en un taller de Málaga a partir de cuero reciclado. Sus diseños son top!

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